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La paternidad en la webcam

Un día atendí a una modelo que se encontraba en intensa ansiedad, debido a una situación familiar. Su mamá había descubierto que era modelo webcam, y había tenido una discusión acalorada, incluso la echó de su casa. La modelo tenía un hijo y la mamá le dijo que dejara al niño o sabría de lo que era capaz, debido a que era ella (su abuela) quien cuidaba de él mientras su mamá (la modelo) iba a trabajar. 

 Habian diversos factores en la ecuación; la modelo creció en un ambiente disfuncional, con una mamá alcohólica, un padre ausente y un tio abusador, su última pareja le había sido infiel y ella había decidido volver a casa de su madre aunque debía pagar absolutamente todo lo que implicaba su estadia ahi, incluso pagarle a su mamá para que cuidara a su hijo por unas horas. 

Historias como esta son más comunes de lo que imaginan, debido a nuestra cultura y los problemas sociales que han enfrentado nuestras familias desde muchas generaciones previas a nosotros. Mi intención el día de hoy es presentar una perspectiva que nos ayude a comprender cada día mejor nuestra historia como hijos y que en ese ejercicio nos encontremos con la decisión de ser padres, o si ya lo somos lo hagamos de una manera saludable y consciente. 

Regularmente existen muchos escenarios alrededor del trabajo asociado a la industria, seas modelo o manager, seas un gerente o una monitora, todos tenemos algo en común, tenemos padres. Hemos venido de familias amorosas o ausentes emocionalmente, hemos crecido alrededor de padres y madres autoritarias o por el otro lado se nos ha permitido ser libres a temprana edad. Todo lo anterior afecta nuestra relación con el mundo y con nosotros mismos, y mucho tiene que ver con la manera en la que nos sentimos conforme fuimos creciendo. Aprendemos por medio de los sentidos; nuestra biología está programada para procesar la información sensorial y darle un nombre a lo que percibimos, para muchos ese nombre ha sido rechazo, exigencia, insuficiencia, abandono, abuso, etc. 

Nadie nos enseña muy bien cómo sucede lo anterior, nuestros padres fueron educados de una manera que la psicología actual trabaja a diario para darle sentido, apareciendo explicaciones de tipo genético y energético (en términos cuánticos), entre otros. En mi experiencia puedo decir que es muy difícil que alguien nos de algo de lo cual carece, es imposible reconocer y dar cariño si nunca lo recibí, no puedo abrazarte si nadie lo hizo conmigo y mucho menos aceptarte si lo que me enseñaron fue a ejercer control para sentirme seguro. De ahí viene el conflicto mayor, y es ¿porque las personas que me dieron la vida son ausentes o mezquinas, porque no me han protegido y defendido, porque abusan de mi?. Son muchas las preguntas que surgen en consulta alrededor de la paternidad y en torno a ¿qué deberíamos hacer como hijos? 

Me gustaría que mientras lees te hagas estas preguntas:

¿Cuántas veces estás ocultando lo que haces a tus padres?

¿Cuántas  veces se han sentido culpables por no ser honestos?

¿Cuántas  veces te has sentido abusada económicamente y sin percibir agradecimiento o apoyo verdadero?

¿Cuántas veces se han sentido insuficientes, equivocados, solos y sin posibilidad de encontrar el amor?

¿Cuántas veces han sido infieles o les han sido a ustedes?

¿Cuántas veces han tenido relaciones basadas en el miedo, dónde han permitido maltrato físico y psicológico?

¿Cuántas veces has pensando en la forma en la que deberías contarle a tus hijos sobre tu trabajo?

¿Cuántas veces te has  sentido juzgada por tus hijos?

¿Cuántos están empoderando y sacándole provecho a la profesión en la industria para generarles experiencias de valor a sus hijos, de esas que ustedes carecieron? 

Si hay más de 3 preguntas con las que te identificas es importante que comiences un proceso psicológico en el que puedas hablar sobre las creencias que aprendiste sobre ser padre o hijo, es relevante observar lo que te duele y llevas tiempo arrastrando en ese aspecto, que pongas atención a lo que no puedes perdonar. Ten algo muy presente, el odio es amor mal entendido y guardar rencor es como “tomarte un veneno y esperar que la otra persona sea la que muera”. Y sí mucho de lo que somos tiene que ver con nuestros padres, es hora de aceptarlo. 

Puedes agendar por medio de la pagina si desea mas asesoria.

 

Lucila Ariza M.

Psicóloga Holística.

Psicoterapeuta Clínica y logoterapeuta (EF).

Coach de Yoga y Mindfullness.

Psicóloga de Bantokens.